viernes, 3 de abril de 2009

No se pudo...


Los minutos finales condenan a un Pamesa que rozó las semifinales (73-76)El conjunto valenciano estuvo muy cerca de derrotar al Khimki, pero su desacierto en ataque y el rebote defensivo le acabaron costando la victoria (73-76). La casta del gran capitán Oliver (18 puntos) dejó cerca de las semifinales a Pamesa Valencia, pero en los momentos de la verdad, Carlos Delfino certificó el triunfo ruso


Pamesa Valencia tuvo muy cerca el triunfo, aunque finalmente no pudo concretarlo (Foto Euroleague/Getty)


Redacción, 03 Abr. 2009.- Tan cerca, tan lejos. Pamesa Valencia rozó la proeza de eliminar al todopoderoso Khimki ruso cuando se colocó con una ventaja de siete puntos (65-58) a menos de seis minutos para el final.

La fortaleza defensiva del equipo taronja le colocó cerca de la semifinal, pero su gran mal esta temporada, el rebote, hizo acto de presencia en el momento más inoportuno. Pamesa Valencia fue incapaz de cerrar su propio aro y el Khimki dio la vuelta al partido gracias a los ¡16 rebotes ofensivos que capturó! justo el doble que los valencianos.

El Khimki, por entonces desorientado, encontró su rumbo y de la mano de sus dos grandes estrellas remató el partido. Primero Jorge Garbajosa y luego Carlos Delfino (sumaron una docena de puntos cada uno) pusieron la diferencia en un partido tan igualado. Ambos fueron el clavo ardiendo al que siempre se agarró el equipo ruso cuando peor lo pasó. La experiencia y enorme calidad de estas dos megaestrellas acabaron por frustrar las opciones de victoria de Pamesa Valencia.


Las defensas marcan el comienzo de partido

Consciente de lo que había en juego, Pamesa Valencia salió al encuentro muy serio y con un juego sobrio, sobre todo en defensa donde mordía y sólo las penetraciones y las asistencias de Milt Palacio podían hacer que el Khimki sumara puntos.

En ataque, Pamesa Valencia sacaba provecho de sus penetraciones para anotar cerca de canasta o sumar puntos desde la personal. Y es que el equipo ruso rápidamente se cargó de faltas y dos titulares como Mozgov y Fridzon sumaron en pocos minutos dos y tres faltas respectivamente.




Jorge Garbajosa hizo mucho daño con sus puntos (Foto Euroleague/Getty)


Pero el peligro del Khimki es tal que su nivel no se resiente con los cambios y un “suplente” como Anton Ponkrashov igualó el partido saliendo desde el banquillo. En un encuentro espeso y carente de ritmo, Pamesa Valencia sabía que para ganar no podría flojear ni un segundo en defensa (20-20).

Al poco de comenzar el segundo cuarto, el partido daba un giro inesperado y un parcial de 13 a 0, rompía la igualdad existente y daba la primera ventaja seria del partido al Khimki (25-33). Los rebotes ofensivos comenzaban a pesar en contra de los valencianos y un triple de un gran Jorge Garbajosa castigaba la ausencia en pista de Matt Nielsen. El pívot madrileño ganaba la partida al australiano y con sus puntos e inteligencia en defensa comenzaba a romper el partido. Era la clara referencia interior rusa y su estrella brillaba sobre el resto.

Pamesa Valencia intentaba sumar desde cerca del aro ruso con un motivado Ermal Kuqo, pero Khimki cerraba su canasta y no daba lugar a segundas opciones. Cerca del final del segundo cuarto ,la segunda falta de Ponkrashov (siete puntos al descanso) era la mejor noticia para los valencianos.

Al descanso Pamesa cumplía al 50% sus objetivos. Había logrado frenar la ofensiva rusa y el Khimki estaba por debajo de los 80 puntos. Sin embago, la falta de fluidez en la circulación de balón y el desacierto ofensivo lastraba sus posibilidades. Sólo un ligero despiste de un par de minutos daba una mínima ventaja a Khimki al descanso (33-37). Los pequeños detalles iban a ser decisivos en la segunda mitad.


Rafa Martínez contrarresta el efecto Garbajosa

Tras la reanudación la sangría de Jorge Garbajosa continuó haciendo daño, y el internacional se mostraba imparable en ataque con cinco puntos consecutivos. Por suerte, la tercera falta del pívot daba un respiro a un Pamesa que seguía remando a contracorriente para acercarse en el marcador (39-46).

A falta de la fluidez ofensiva que el equipo requería, la casta y el carácter de Rafa Martínez salían a la palestra. El escolta decidió tirarse el equipo a la espalda primero con cinco puntos consecutivos y, luego, con dos asistencias, neutralizaba la ventaja rusa. Pamesa Valencia sacaba provecho de la ausencia de Garbajosa y el colapso ruso le permitía ponerse por delante en el electrónico (50-49).




Carlos Delfino emergió para decidir el encuentro con sus puntos (Foto Euroleague/Getty)


El partido no daba respiro y Pamesa Valencia no podía volver a despistarse si quería mantener su ventaja. Lamentablemente cuando peor jugaba el rival, surgió de nuevo la calidad de las estrellas del Khimki y un triple de Delfino y los rebotes ofensivos rusos mataban a la buena defensa valenciana. El tercer cuarto no podía concluir con más emoción, Pamesa había reaccionado igualaba el resultado a 54.

Sergio Scariolo no podía aguantar más y daba entrada a Garbajosa, los nerviosos de un gran equipo jugándose mitad de la temporada entraban en escena. Lo que no esperaba el técnico italiano es que nada más salir el pívot cometiera la cuarta falta coaccionando su defensa el resto de partido.

Como si una inyección de moral se tratase esa falta revitalizó a un Pamesa que con un parcial de 11 a 4 asestó un golpe de autoridad al partido en el comienzo de último cuarto. Durante todo el partido Pamesa Valencia había buscado su acierto exterior y por fin entraba en escena. Tres triples de Kuqo, Williams y Avdalovic obligaban a Scariolo a pedir un tiempo muerto (65-58).


Delfino aparece para matar el sueño de Pamesa Valencia

Pamesa tenía el partido donde quería y ahora sólo tenía que hacer lo que mejor se le estaba dando, defender. Defensa y rebote defensivo, porque el Khimki vivía de la debilidad rebotadora de los taronja. Los rusos se agarraron al partido con tres rebotes ofensivo consecutivos que les permiteron seguir sumando puntos y evitar que los puntos de Albert Oliver (el genial base fue el mejor de su equipo impregnándole de su carácter y sumando 18 valiosos puntos) abrieran una ventaja que pudo ser decisiva.

Ambos tuvieron su momento para decantar el choque, pero los nervios también quisieron jugar su partido y castigaron a todos los jugadores menos a uno: Carlos Delfino. El escolta argentino recogió el testigo de Garbajosa para matar el partido con un triple suyo (70-72). Pamesa Valencia tenía tiempo por delante para ganar pero su precipitación fue letal y por dos ataques consecutivos no supo encontrar el aro mientras el reloj corría inexorablemente hacía el final del partido.

Pamesa Valencia pagó muy caro los nervios de una competición europea y una canasta de Lampe precipitó los acontecimientos. Sin embargo a este equipo hay que matarlo varias veces para darlo por muerto y un triple de Oliver mantenía la llama de la esperanza a falta de 10 segundos (73-74).

El objetivo era claro había que hacer una falta y esperar que el Khimki fallase. La falta llegó pero no el error de Wilkinson (15 puntos y seis rebotes). El pívot con pasaporte macedonio no tiene el nombre de otros compañeros pero sus cuatro rebotes ofensivos fueron vitales cuando peor jugó su equipo. Al final, el triple a la desesperada de Vule Avdalovic no quiso entrar y Pamesa Valencia perdió un partido que lo tuvo muy cerca y quizá por ello el dolor y la tristeza en los rostro de los jugadores se hizo tan evidente.

Fuente:
http://www.acb.com/redaccion.php?id=56694

Foto: Eurocup

Curiosidad: Un valenciano como Salva Guardia estará disputando las semifinales de la Eurocup en el partido entre el Iurbentia Bilbao y el Khimki.

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