jueves, 3 de julio de 2008

Madre e hijo jugando a gran nivel.


“Si me gana le castigo una semana”
La jugadora del Ros Casares Elena Tornikidou y su hijo Antón, cadete del Pamesa Valencia, se verán hoy las caras en un amistoso que enfrentará a ambos equipos

"Mi hijo me dice que si me dejo meter puntos se portará bien en casa pero de eso nada”, confiesa Elena entre risas. La jugadora hispano-rusa del Ros Casares, Elena Tornikidou, disputa esta noche un amistoso en el que tendrá como rival a su hijo Antón, que juega en el cadete del Pamesa Valencia. Por ello, el partido está dando mucho que hablar, al menos en su casa, un hogar donde el baloncesto aflora en cada miembro de la familia.

Y es que, aparte de Elena, que ya lleva muchos años en esto, y Antón, que todavía está dando sus primeros pasos en el mundo de la canasta, el cabeza de familia también se mueve en torno a este deporte. Nicolás San José García es agente de jugadoras.

Pero, a pesar de lo que podría parecer, en su casa el baloncesto no es, ni mucho menos, el tema estrella en sus conversaciones. “En casa no hablamos mucho de baloncesto. Mi marido hace sus cosas y yo las mías. Sólo cuando él necesita algún consejo o alguna crítica que poca gente sabría darle, sí que le aconsejo y hablamos un poco de eso. Y yo, a veces, también le pregunto”, reconoce la campeona olímpica.

Sin embargo, estos días está siendo diferente. Todos bromean sobre el encuentro que hará que madre e hijo se vean las caras en la pista, una situación cuanto menos curiosa. “Me resulta algo simpático. Antón y yo llevamos varios días haciéndonos comentarios acerca del partido. Yo le digo que si me gana le castigaré una semana y él me dice que si le dejo meter puntos él se portará bien”. Los amigos de su hijo y los padres de estos también echan leña al fuego y vacilan a la jugadora del Ros: “Me hace gracia enfrentarme a mi hijo esta tarde porque aparte, todos sus amigos, que vienen mucho a casa, me están vacilando y los padres también”. Antón piensa igual que su madre: “Me resulta algo gracioso pero no raro aunque la verdad es que nunca he jugado contra mi madre”.

A POR TODAS
Y, pese a que se trata de un encuentro amistoso, el orgullo está en juego y ambos están decididos a ir a por todas. La jugadora más veterana del Ros lo tiene claro y no se lo pensará dos veces si tiene que hacerle una falta a su hijo: “Salimos a la pista a jugar. Cada uno tiene que jugar para su equipo”. Por su parte, Antón tampoco dudará en cometer una falta sobre su madre si el juego lo requiere: “Si tengo que hacérsela, se la haré. Supongo que ella hará lo mismo”.

Horas antes del partido las conjeturas sobre el resultado son muchas y también las excusas que darían ambos en caso de derrota. “Ellos están empeñados en ganar porque el año pasado ya jugaron contra las chicas del Ros y les vencieron en dos ocasiones. Nosotras, que no tenemos a nadie todavía del primer equipo, nos lo tomamos con gracia. Si estuviéramos todas las jugadoras ganaríamos seguro. Ya veremos lo que pasa”. Antón, en cambio, sabe por quién apostar fuerte: “Ganaremos nosotros porque del Ros no hay nadie. Si jugaran todas las del primer equipo sería diferente, pero hoy la vicoria es nuestra otra vez”.

El Ros Casares y el cadete del Pamesa ya se han enfrentado en alguna ocasión. Y por ahora, los números se decantan a favor de los más jóvenes por dos a uno. Lo que sí que parece tener claro Elena es que ellos saldrán más motivados: “De lo que sí que estoy segura es de que ellos saldrán a la cancha súper motivados”. Pero su hijo no está muy de acuerdo con eso: “¡No!, tampoco va a ser así. Un poco más motivados sí que saldremos porque es algo fuera de lo habitual pero tampoco”, explica totalmente convencido.

Antón, con quince años, asegura que su ídolo es el alemán Dirk Nowitzki, aunque la figura de su madre tuvo mucho que ver para que su sueño ahora sea “llegar a jugar en la ACB” aunque, en un principio, estuviera indeciso entre el fútbol y el baloncesto. Su madre, en sus comienzos, tampoco jugaba a baloncesto sino a tenis. Pero Vladimir Arefief se fijó en ella cuando jugaba con su hermano en una cancha cercana a su casa y la convenció. “Él siempre iba detrás de mí para que me pasara al baloncesto”. Ahora, con 41 años y muchos triunfos a sus espaldas, Elena Tornikidou es la veterana del equipo y aún juega a un gran nivel: “Físicamente estoy bien. Soy la veterana porque tengo más años pero no me siento como tal”. Hoy podrá que demostrárselo a su hijo en directo.

Beatriz Lledó
Las Provincias
19/09/2006 12:44

Fuente: http://www.elenatornikidou.com/es/news.asp?item=136 y Las Provincias.

Comentario: Elena seguirá jugando una temporada más en el Ciudad Ros Casares con el objetivo de poder ganar la Euroliga. Y su hijo no sabemos en este momento donde jugará el año que viene si en el junior del CB Escolapias de Valencia entrenado por Paco Pardo, si en el CB Escolapias de Valencia de Primera Nacional, si en el junior de Pamesa o en otro equipo. Ahora bien esto nos muestra una coincidencia que es bastante difícil que se produzca y es que madre e hijo estén jugando al mismo deporte, a gran nivel y en la misma ciudad. Curiosidades que nos ofrece el baloncesto.

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