Del parquet al banquillo.

Como sucede en muchas ocasiones para conocer algo muy bien se debe de haber practicado con anterioridad. Y en el baloncesto sucede lo mismo, en la actual liga Endesa hay 5 entrenadores que con anterioridad fueron jugadores profesionales del baloncesto y han sabido aplicar todo su conocimiento adquirido del juego como jugadores para poderlo aplicar ahora como entrenadores. No quiere decir que para ser un buen entrenador se halla tenido que ser forzosamente un buen jugador, dado que hay casos en los que no se ha destacado como jugador pero como entrenador si que se ha hecho. Pero el haber tenido una muy buena experiencia como jugador siempre es una ayuda añadida al trabajo que un técnico realiza, como suele decirse, es un valor añadido, pero no absoluto.



De manera que entre los entrenadores que fueron buenos jugadores se puede destacar a Aíto García Reneses que jugó en el Estudiantes y en el FC Barcelona aunque desde muy joven ya se inclinó por su faceta de entrenador que por la de jugador. Al igual que Fotis Katsikaris que tras jugar como base en algunos equipos de Grecia de nivel medio bajo comenzó su trayectoria como entrenador que le ha llevado hasta la ACB y la selección rusa. Mientras que otros como Pablo Laso que fueron uno de los grandes bases de la ACB ha sabido explotar toda esa experiencia adquirida como jugador para plasmarla como entrenador, en muchas ocasiones se llega a afirmar que son los bases los que al tener una buena lectura del juego y tener un mayor contacto con el entrenador los que luego pueden inclinarse más por la faceta de entrenador.



Otros como los croatas Velimir Perasovic y Zan Tabak, han demostrado con creces que toda la calidad que mostraban como jugadores en la cancha la han sabido con el paso del tiempo también mostrar como técnicos en grandes equipos de la ACB, como el Valencia Basket y el Caja Laboral Vitoria.



José Mª Honrubia.