domingo, 9 de febrero de 2014

Anfitrión no, gracias


Tras esta reciente edición de la Copa del Rey de Málaga 2014, resulta llamativo como edición tras edición de la Copa del Rey no solo en el deporte de la canasta sino que incluso en otras disciplinas el ser anfitrión de una competición tan corta e intensa como la Copa del Rey no garantiza ni mucho menos que se puedan tener opciones de poder ganarla sino que incluso el no ser capaces de realizar un buen papel en la misma. Analizando las diferentes ediciones que se han dado en la copa destaca que el equipo anfitrión que tiene una gran parte de la afición a su favor, que cuenta con el factor pista, que conoce a la perfección de pista y los aros, que se evita un desplazamiento para jugar, que puede tener un apoyo por parte de los árbitros, etc. Nada. La mayoría de ocasiones el equipo anfitrión acaba siendo eliminado en varias ocasiones en el primer partido y sin ofrecer una gran imagen en la competición.

Partiendo desde el origen de la Liga ACB (copa del Rey desde 1984 a 2014) en 30 ediciones solo en las ediciones de Zaragoza 1984 y de Vitoria 2002 han sido las únicas en las que el equipo anfitrión ha sido capaz de ganar ante su público. La primera ganando el Cai Zaragoza 81 – 78 al FC Barcelona. Y la segunda, ganando el TAU Vitoria ganando 85-83 también al FC Barcelona.

Por lo que parece que todo ese ambiente de favoritismo por tener toda una serie de factores a favor del equipo de casa se vuelven en contra del equipo anfitrión en ocasiones generando situaciones de poco lucidez o agarrotamiento y todo esto lleva en muchas ocasiones a que el papel del mismo en la competición no sea todo lo esperado que se quiera. Mientras que el equipo rival que tiene todo en contra revierta toda esa presión a su favor y alzándose con la victoria como ha sucedido en la mayoría de ocasiones.


José Mª Honrubia.      

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